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“Mujeres caminando en la Economía Social Solidaria” (Claudia Hernández - Nicaragua)

7 de Julho de 2014, 16:12 , por noemy barquero bors - 0sem comentários ainda | Ninguém está seguindo este artigo ainda.
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MEMORIA FORO VIRTUAL

Mujeres caminando en la Economía Social Solidaria”

Participantes

  • Claudia Hernández – Cospe / Red La Flor de Nicaragüa (expositora)

  • Gabriela Ávila. GAMMA, Ecuador

  • Laura Roldán. Asociación Embajadores de Biocarbón, Costa Rica

  • Brenda Barrantes. Red de Mujeres para el Desarrollo, Costa Rica (moderadora)

 

Duración: 1 hora

 La charla inició con una presentación de las participantes, sus organizaciones y sobre algunas de las principales acciones en sus organizaciones/grupos dentro de sus respectivos países.

 Claudia Hernández, Directora de Cospe, hablo de esta organización no gubernamental (ONG) italiana con sede en Nicaragua, desde 1997, y la realización de procesos de acompañamiento a cooperativas y grupos de mujeres nicaragüenses.

 Mencionó también algunos de los puntos sobre los que hablaría en este primer intercambio virtual, por ejemplo, de dónde y cómo fue que nació la Red La Flor de Nicaragüa, algunos de los aciertos, desaciertos y aprendizajes que han tenido tanto desde su organización como desde las cooperativas de mujeres afiliadas a la red.

 En cuanto a la Red la Flor de Nicaragúa, nació con la intención de que grupos de mujeres emprendedoras nicaragüenses que elaboran productos artesanales, textiles y agroalimentarios pudieran aliarse entre sí, para conseguir una producción de calidad y poder comercializar sus productos. Al mismo tiempo, para tener espacios de diálogo y cooperación entre mujeres, lo cual les permitía ir insertándose en las agendas políticas en los gobiernos locales y a nivel nacional.

 La expositora mencionó que actualmente la Red La Flor de Nicaragüa está compuesta por 185 mujeres asociadas, con edades entre los 30 y 50 años, la mayoría de ellas madres solteras, emprendedoras autodidactas, sobrevivientes de violencia intrafamiliar y Jefas de hogar. Estas mujeres poseen una enorme voluntad por generar ingresos para salir adelante con sus familias, por lo que ese deseo ha permitido que se mantengan unidas desde sus inicios.

 La Red La Flor de Nicaragüa está compuesta por 8 grupos diversos de zonas urbanas y rurales, de las localidades de El Viejo, Chinandega, León, Nagarote y Cinco Pinos. De los grupos que componen la red, 5 de ellos son cooperativas y 3 se encuentran en proceso de legalizarse como tales, a partir de alianzas establecidas con instituciones públicas encargadas del movimiento cooperativista nicaragüense que les ha permitido inscribirse sin costo alguno.

 Estos grupos se han formado en 3 ramas productivas: textiles (elaboración de ropa típica, tapetes, servilletas de tela, toallas, etc), producción agroalimentaria (vino, rosquillas y dulces típicos nicaragüenses, cereales, etc.) y fibras de pino (artesanía elaborada con fibra del árbol de pino).

 En el primer año de funcionamiento, el proceso en red se enfocó principalmente en el fortalecimiento interno, en la organización de los grupos como cooperativas, en el análisis colectivo de los valores que quería promover la red y en la creación de la marca. En ese sentido, COSPE estuvo acompañando y apoyando a las mujeres en esa selección y construcción colectiva de valores y también, en el proceso de comercialización de los productos, por lo que la ONG tuvo que realizar ajustes y extender el proyecto por más tiempo, para brindar un acompañamiento más cercano a las necesidades de los grupos.

 Después de 3 años de funcionar como red, han logrado tener una marca social colectiva (que es la que colocan en todos sus productos y les ayuda a ser reconocidas en el mercado) y 3 tiendas ubicadas en Nagarote, León y Chinandega, algunas de las localidades donde trabajan. Estas mujeres elaboran y venden sus productos, generando ganancias para ellas y sus familias, pues en las etiquetas con la marca colectiva cada una pone sus datos personales como una forma de visibilizar sus creaciones en el mercado. Al mismo tiempo, aportan un porcentaje que se destina al mantenimiento de las tiendas.

 Después de escuchar la experiencia de la Red La Flor, Gabriela de GAMMA Ecuador, felicita a las mujeres y a Claudia como acompañante, y reconoce que se ha logrado la construcción de una red sólida y fuerte, ejemplo para otras redes. Solicita que Claudia cuente un poco más sobre: cómo se formó el primer grupo? bajo qué acuerdos se formaron y se mantienen hasta ahora? Cuáles han sido algunos avances y algunos retrocesos?

 La pregunta lleva a un breve recuento de Cospe, comentando que el proyecto anterior de esta ONG se enfocó a la capacitación de grupos de mujeres con la intensión de motivar los emprendimientos femeninos. Y en esas capacitaciones las mismas mujeres pedían establecer alianzas entre ellas, unirse para conquistar espacios ante el gobierno local y estatal. Fue por ello que se planteó el trabajo en red y algunos de los grupos capacitados se unieron y empezaron a trabajar en colectivo.

 

 En ese proceso de organizarse, las mujeres reflexionaron acerca de las reglas, la forma de funcionamiento de la red y los compromisos que deberían asumir para que dicha red lograra mantenerse. Y fueron esas reflexiones, que duraron aproximadamente un año, las que funcionaron como un filtro de algunos grupos que querían beneficios pero no estaban dispuestos a asumir responsabilidades, por lo que dejaron de participar en la Red. Mientras tanto, se quedaron participando aquellos grupos que se sentían más identificados con la propuesta de funcionamiento y con los compromisos y responsabilidades definidas colectivamente.

 Igual se comentan las dificultades en este proceso de funcionamiento en red, pues existe mucho machismo que provoca que muchas de las mujeres cedan a sus maridos o compañeros el control de los ingresos económicos generados por la venta de sus productos, y al mismo tiempo, ese machismo también impide que muchas veces las mujeres puedan participar activamente en la red y asistir a todas las actividades. Para enfrentarse a esas dificultades, las mujeres dentro de la red han optado por que las que están “más libres” asuman algunas de esas responsabilidades y mantengan informadas a las demás. Y aunque tienen la participación de algunos hombres, ellas han definido que la Junta Directiva de la Red Flor esté compuesta solamente por mujeres y que cada grupo de la red esté compuesto por al menos un 50% de mujeres.

 Para ayudar al proceso y a mantener los compromisos adquiridos, Cospe compraba productos de acuerdo a los avances de los grupos, es decir, si el grupo había asumido sus responsabilidades y respetado sus principios, la ONG les apoyaba comprando más productos y brindándoles algunos de los equipos para elaborarlos. Así iban avanzando con mayor cantidad de productos según iban avanzando en las etapas de organización y funcionamiento en red. Menciona también que si hay algún grupo rezagado en sus responsabilidades, el resto de los grupos les hace un llamado y les motivan para que se reintegren en el compromiso, siguiendo su principio central desde la Economía Social Solidaria, por lo no buscan enriquecerse, sino vivir con dignidad.

 Gabriela Ávila, desde Ecuador consulta acerca de cómo se administran los recursos, considerando que las cooperativas generan ingresos a la red. Pregunta, de acuerdo a lo que venden las mujeres, quién se encarga de lo económico? De administrar el dinero? Quién está a la cabeza, la red o cada cooperativa?

 Claudia menciona como cada cooperativa lleva su propia contabilidad de forma independiente, y que la red recibe el aporte de lo que cada cooperativa gana. En un inicio el proyecto sostuvo los gastos de la tienda, para que las mujeres poco a poco entraran a vender los productos que anteriormente vendían en la calle, en los mercados o casa por casa. Al vender en un local fijo, se fue transformando el proceso de comercialización.

 Hoy en día las cooperativas mantienen la tienda, y los recursos que quedan libres son usados para la compra de equipos y para procesos de capacitación que no estaban contemplados en el proyecto de Cospe.

 En la actualidad, dentro de la Red La Flor funcionan 3 comisiones:

  • Comisión de incidencia política, encargada de negociar con alcaldías para la exoneración de pagos para las tiendas, generar espacios en ferias locales y nacionales, etc.

  • Comisión de control de calidad y abastecimiento, encargada de asegurarse la calidad y cantidad de los productos en las tiendas.

  • Comisión de comercialización, que se encarga de buscar posibles clientes para los productos de la red.

 La expositora nos indico que las integrantes de la Red, se sienten débiles y dependientes del proyecto de COSPE, por lo que esta ONG ha tenido la estrategia de irse desligando, para que sean ellas mismas las encargadas gestionar y hacer funcionar las comisiones.

 Gabriela pregunta si el proyecto contemplaba la capacitación de las comisiones o fue iniciativa de las mujeres para formarse? Algunos de los temas de capacitación estaban incluidos dentro del proyecto, sin embargo, ha habido otros temas que las mujeres han propuesto para capacitarse.

 La moderadora pregunta, cómo se sienten las mujeres trabajado en Red?

 La expositora responde que con entusiasmo, porque gracias a los talleres virtuales de Economía Social Solidaria (ESS) que han recibido, las mujeres han reflexionado sobre algunas maneras para hacer que ESS se aplique más concretamente dentro de la red. Por ejemplo, en cuanto a la elaboración de rosquillas (comida típica nicaragüense elaborada de maíz en forma de aro), pues adquirieron mayor conciencia del impacto ambiental que producen al cocinarlas con leña. Por lo tanto, reflexionaron sobre la necesidad de cambiar los hornos y de utilizar otro tipo de tecnologías para elaborarlas, disminuyendo el consumo de leña para ayudar al medio ambiente.

 También en el área de textiles han concientizado la importancia de tener otras fuentes de energía renovables para hacer funcionar los equipos, y han logrado reutilizar los recortes de tela, que antes botaban a la basura, para generar otros productos.

 Desde la moderación se preguntó; si existen asambleas generales o encuentros donde todas las mujeres se reunen o son algunas mujeres representantes las que asisten a las reuniones?

 Claudia Hernández, manifiesta que hay representantes en cada localidad, que son mujeres que recogen la información y la llevan a sus grupos. Ahí, el grupo se reúne y toman decisiones, las cuáles son llevadas por la representante a la Junta Directiva de la Red La Flor. Esta se reúne cada 3 meses, y si es necesario, realizan reuniones extraordinarias, en cada encuentro se decide colectivamente y se valora el funcionamiento de las tiendas.

 La moderadora del Foro, hizo la solicitud de mencionar algunos aportes prácticos que se pueden hacer desde la Red La Flor para otras redes en otras partes de Latinoamérica?

 Son citados:

  • Lograr la participación y representatividad dentro de cada cooperativa y dentro de la red. Enfocarse principalmente en lo que une y no en lo que separa! Ver los puntos en común, lo que mantiene unidas a las mujeres. Reflexionar y recordarlo constantemente.

  • Generar procesos organizativos, pues si no hay organización cualquier iniciativa se cae. Dentro de esos procesos debe haber una participación activa de las mujeres.

  • Lograr mantener la transparencia y la retroalimentación entre los grupos/red y la ONG u organización que apoye.

 Gabriela Ávila desde Ecuador, felicita nuevamente y reconoce la importancia de que las mujeres sean las gerentas de las tiendas, sin que exista jerarquía entre ellas.

 Laura Roldán desde Costa Rica, quien se ha mantenido muy atenta e interesada en el proceso de la Red La Flor, consulta si existe alguna tienda o catálogo en Internet? Y si es posible informar sobre algunas fechas en las que se realicen ferias donde participen las mujeres de estas cooperativas.

 Somos informadas que la Red La Flor, funciona por ahora localmente, y aunque se han dado experiencias de comercialización en el exterior, como red todavía no tienen como meta abrirse a los procesos de exportación, pues prefieren fortalecer la relación productoras-personas consumidoras, conquistar el mercado local para luego abrirse sin perder sus principios. Además, porque tienen la consideración de no quitar espacios a los productos locales de los otros países.

 Para todas las participantes este fue un rico espacio de intercambio de saberes y experiencias que puede seguirnos ayudando a construir colectivamente dentro de nuestros propios espacios nacionales, pero también desde las posibilidades de funcionar como afiliadas de la Red de Mujeres para el Desarrollo.

 

 

 

 


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